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Soy un optimista crónico

Soy un optimista crónico

Sentarse y compartir unas horas con Jorge Fuentes siempre resulta algo positivo, por supuesto que el béisbol es tema recurrente en su conversación.

Más de dos décadas dirigiendo equipos dentro y fuera de Cuba, único manager con más de 1000 victorias en series nacionales y 10 títulos si sumamos los de estas y las antiguas etapas selectivas.

Dos coronas olímpicas y un sinnúmero de éxitos en otros eventos de primer nivel hacen que su palmarés sea inigualable para los demás directores, seguir nombrando sus logros puede parecer redundante, quizás el más importante es que la gran mayoría de los jugadores, especialistas y aficionados lo consideran el mejor manager de Cuba, eso lo resume todo.

No obstante, Jorge siente que no le alcanzará el tiempo para desentrañar secretos escondidos de ese deporte que hace mucho tiempo pasó a ser mucho más que un simple trabajo, se convirtió en principio y final, parte y todo de su esencia como persona.

La primera pregunta de la conversación era inevitable.
¿Por qué decidiste dejar la dirección del equipo pinareño?

“Realmente este año yo tenía que cambiar de actividad, no como se dijo en una ocasión que yo estaba enfermo, sino para no enfermarme, son muchos años ya y necesitaba un descanso, por suerte mi salud está bien.

“Es casi un cuarto de siglo dedicado a dirigir pelota, y Pinar del Río es una provincia acostumbrada a discutir campeonatos, eso provoca mucho strees y una carga enorme de responsabilidad.

“Ahora estoy trabajando en la Comisión Provincial y voy a los entrenamientos, sigo la preparación del equipo y todo lo relacionado con la parte técnica y organizativa”.

¿Planes inmediatos?
“Por el momento seguir en la provincia, quizás participar como comisario durante la serie y veremos si participo en la preparación del equipo Cuba para el II Clásico Mundial, eso no depende de mí.

“Como quiera que sea no dejaré de seguir en el béisbol, yo siempre digo que nunca he trabajado en mi vida, porque lo que hago lo disfruto tanto, lo hago con tanto amor, que para mí no es ningún trabajo”.

¿Hay propuestas para trabajar fuera de Cuba?
“Siempre hay alguien interesado, pero yo no quisiera salir porque para eso me acogí al descanso, en estos momentos no es mi deseo, no quisiera estar mucho tiempo fuera de Cuba”.

Entrando en materia. ¿Cuál es el secreto para tener éxito como manager?
“Son muchas cosas. Hay que tener una vocación infinita por lo que haces y que junto a eso sumes cierto talento, algo de conocimiento y tengas una buena comunicación con las personas.

“Hay que estudiar mucho, ver mucho béisbol, porque es un deporte fantástico y difícil, debes ser muy profesional, exigirte a ti mismo, incluso creo que he sido extremista con mi persona.

“Todo eso trato de inculcárselo a mis entrenadores y atletas y además soy un optimista crónico, siempre pienso que voy a ganar, nunca me siento derrotado a pesar de las circunstancias.

“También la experiencia es fundamental, uno aprende con el tiempo, los maestros y los golpes de la vida, a mí me ayudó mucha gente; recuerdo cuando tenía 21 años el apoyo de Serrano, Pineda, Godínez, no sé a cuántas personas tendré que agradecerles eternamente”.

¿Qué satisface más a un manager?
“El reconocimiento del público es fundamental, antes te decía que Pinar del Río es una potencia dentro de Cuba, son casi 30 años al primer nivel y si la afición te admira y respeta cada día más eso reconforta mucho.

“Además cuando ves a un joven que llega a las series nacionales y observas como mejora, como madura y son mejores bateando, fildeando y llegan al equipo nacional es algo que te llena de satisfacción, y he tenido muchos atletas que llegaron a la cúspide”.

¿Hasta qué punto se cumple el dicho popular de que los triunfos son de los peloteros y las derrotas del manager?
“No recuerdo si fue Kennedy quien dijo que las victorias tienen muchos padres y las derrotas son huérfanas, lo cierto es que no somos infalibles y trabajamos en público, así que cuando nos equivocamos todo el mundo se entera.

“La pelota es un deporte dinámico, donde se pueden tomar muchas decisiones que definen el partido, pero nunca que partan de la improvisación.

“Todo se prevé desde el mitin antes del juego, la mayoría de las jugadas y estrategias son estudiadas minuciosamente y después se aplican, lamentablemente la mayoría de los aficionados no conoce todos los datos que manejamos.

“No obstante si te pones a pensar en un calendario de 90 juegos imagina que ganas 60 y pierdes 30, estás trabajando para ganar el campeonato con relativa facilidad, si triunfas en 50 y caes en 40 ocasiones clasificas entre los ocho mejores y jugaste justo sobre el 50 % del éxito, dime si no es difícil.

“Lo que pasa es que todas las derrotas duelen, pero también la gente reconoce a los managers que logran ganar muchos juegos, y en ese grupo estamos varios directores”.

¿Piensas que la prensa deportiva pinareña y nacional debe profundizar y ser más objetiva en su trabajo, sobre todo con el tema de la pelota?
“En algunos momentos nos ha faltado la comunicación y eso no puede suceder; creo que mientras más asistan los periodistas al terreno, al dogout, a las prácticas, entonces la información será más clara, más fidedigna.

“Lo que realmente daña es la falta de claridad, así que todos tenemos que trabajar en eso, muchas veces anunciamos la selección nacional en la escalera del avión; ¿qué se gana con tanto secreto si al final hay que salir a jugar y el terreno dirá la última palabra?

“Tenemos que mejorar el sistema de selección en todo el país porque perdemos credibilidad ante la afición, aquí todo el mundo sabe algo de pelota, los números son conocidos y es el pasatiempo nacional el que se afecta”.

¿No crees que la televisión y radio nacionales pudieran utilizar en sus transmisiones a especialistas como tú para mejorar el conocimiento de la afición sobre el béisbol?
“Como no. Eso se utiliza en todo el mundo, no sé por qué aquí no se hace. En el I Clásico Mundial la televisora ESPN contó con Juan Marichal y Candy Maldonado, dos ex jugadores, sus explicaciones fueron convincentes y profesionales, sería algo estupendo implementarlo en Cuba”.

Hablando del Clásico. ¿Cómo valoras lo que pueda ocurrir en marzo de 2009?
“Me preocupa que cuando se detenga la serie nacional en el juego 54, a partir del cuatro de febrero, se sobrecargue el entrenamiento de la preselección nacional y no se tope lo suficiente.

“Últimamente nos ha afectado la falta de topes, yo ahora no sé si están previstos, pero si no fuera así, entonces no es conveniente dejar de jugar para ponerse a entrenar.

“Recuerda que en el 2006 los mejores equipos fueron Japón, Cuba y Corea porque sus peloteros venían directo de sus respectivos campeonatos nacionales, el único jugador de grandes ligas que llegó a la final fue Ichiro Susuki.

“Vamos a jugar en México y la altura puede afectar, para contrarrestar hay que llevar a los mejores jugadores, la preparación comenzó ya en cada provincia, y los primeros 54 juegos de la Serie Nacional serán claves, la selección que hagamos es vital, y los que estén bien en ese momento seguirán bien, ejemplos de ello sobran en los últimos años.

“Yo recuerdo la cara de los americanos, dominicanos, puertorriqueños y venezolanos cuando perdieron en el Primer Clásico, ahora vendrán más preparados, pero nosotros tenemos que salir a ganar, no importa como ellos lleguen, repetir lo de la primera versión será difícil, pero no imposible, te decía que soy un optimista crónico.

“Tenemos que cumplir con nuestra afición, no podemos patinar ahora, el pueblo no nos va a perdonar, y contamos con talento para no defraudarlo”.

Respóndeme con pocas palabras.
¿A quiénes siempre quisieras dirigir?
“A muchos pero me quedo con los míos. A Lazo porque nunca conocí a nadie con su calidad deportiva y personal, Linares, que es el mejor bateador que ha dado Cuba, Casanova por su integralidad y esas condiciones de cuarto bate que como él no hubo otro y Urquiola al que considero un artífice de la segunda base”.

¿Algún contrario específico?
“No, yo le quiero ganar a todos y todo depende del momento”.

¿Victorias para no olvidar?
“Vegueros 1982 y el mundial de Parma en 1988, ambas fueron debutando y hubo otras, pero a esas les tengo un cariño especial”.

¿Momentos difíciles?
“Cuando perdí la Copa Intercontinental de Barcelona en 1997, fueron injustos conmigo después de ganar más de 130 juegos consecutivos, pero me repuse y todavía estoy dando guerra”.

¿Volverás a dirigir?
“Todo es posible, aún me queda camino por andar”.

1 comentario

Jorge Luis -

Un gran manager y excelente ser humano. Que bueno que diga que no está enfermo, ya imaginaba que no quería enfermarse con lo que pasa en el beisbol. Es una pena que lo llevaran a estar en casita. Muy buena entrevista, te saludo y a ver si este año somos campeones....